miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un avanze en el transporte, un auto solar

Embarcados en una audaz aventura que trascenderá las fronteras nacionales, docentes y alumnos de Ingeniería Mecánica de la UTN Santa Fe construyen un inédito auto que será propulsado por la energía del sol. El vehículo va a participar de una carrera de autos “ecológicos” -que funcionarán con energías alternativas- a realizarse en el norte de Chile a fines de septiembre próximo. Deberá sortear 933 kilómetros de caminos cordilleranos -sobre asfalto, pero con tramos de ondulaciones-, durante tres días de competición.
Los “intrépidos” son alumnos y profesores coordinadores de la carrera de Ingeniería Mecánica de la UTN Santa Fe, que conforman el Grupo Tecnológico Automotor (GTA). El vehículo -en proceso de armado- funcionará con paneles solares que captarán la radiación del sol, y gracias a la tracción humana (mediante el pedaleo). Tendrá un diseño aerodinámico y alcanzará cerca de 50 kilómetros por hora en el transcurso de la carrera.
“Calculamos que en dos meses tendremos el auto listo. Luego vendrá una etapa de prueba, y finalmente la competencia. El tiempo de trabajo es un inconveniente, porque nosotros damos clases y los chicos estudian. Sólo en los ratos libres nos podemos juntar para trabajar en el proyecto. Pero no importa: esto es un lindo desafío”, contaron a El Litoral el Ing. Andrés Giuliani y el Dr. en Ing. Alejandro Albanesi, docentes de la UTN y coordinadores del GTA.
La competencia
El auto solar será creado para competir en la denominada “Ruta Solar”, una carrera de autos propulsados por energías alternativas que se realizará en la región norte de Chile, del 30 de septiembre al 2 de octubre. Serán en total 933 kilómetros de carrera “ecológica”, puesto que el objetivo de la competición es “encontrar soluciones para el transporte más económicas, limpias y amigables con el medio ambiente”, según reza el sitio web oficial de la carrera.
Los caminos cordilleranos que deberán cruzar los competidores están entre 500 metros y 2.000 metros sobre el nivel del mar, y si bien no son hostiles (como los de un rally), tienen muchas ondulaciones. “A la carrera la haremos durante las tres jornadas. El terreno será siempre de asfalto, pero habrá tramos que serán subidas bastante pronunciadas; será difícil hacer este tipo de trepadas”, contaron los jóvenes ingenieros.
Según los requisitos de la competencia, el presupuesto permitido para crear el vehículo no deberá exceder los 7 mil dólares. El proyecto es financiado hasta ahora la UTN a través de Rectorado, que otorgó un aporte económico para comenzar a darle forma a la idea. “Ahora estamos buscando el apoyo de empresas privadas, sobre todo para solventar los gastos más elevados que tenemos, que son los paneles solares”, dijeron los coordinadores.
Cómo funcionará
El vehículo será conducido por un solo piloto, que irá rotando en el transcurso de la carrera. Una parte de la energía solar captada por el panel irá al motor y otra a una batería “de reserva”, que se utilizará para salir del paso en los momentos en que haya oscuridad, o cuando la radiación solar no sea la suficiente. Además, se deberá utilizar la energía de tracción humana. El peso total -incluido el piloto- será de apenas unos 200 kg.
La racionalización de la energía disponible será una cuestión clave. “Utilizaremos el motor para que actúe de una determinada forma que nos permita aprovechar esa energía que por lo general se desperdicia (al momento de frenar en una pendiente, por ejemplo), para cargar la batería. Habrá que cuidar la energía disponible todo el tiempo. Es una de las consignas de la competencia. Si no, no llegamos al final”, coincidieron Giuliani y Albanesi.
En línea con esta economicidad, la carrocería tendrá un aspecto aerodinámico. Se tratará de que el viento no incida negativamente en el rendimiento del vehículo durante la competencia. A su vez, los paneles solares podrán girar con relación a un eje, para capten la mayor cantidad de rayos solares. “Es que el sol va pasando en ángulo. Entonces, el panel podrá ajustarse en su posición para absorber la mayor cantidad de radiación solar”, explicaron los ingenieros.

/// LA CLAVE
El futuro ya está aquí
¿Puede esperarse que en un futuro no muy lejano, el mercado automotriz mundial estará integrado por autos que funcionen con energías alternativas? Giuliani y Albanesi coincidieron: “Va a llegar un momento en que los combustibles derivados del petróleo quedarán reservados para cosas imprescindibles, como la fabricación de plásticos, de sintéticos o pinturas. Y se comenzará a usar otro tipo de energías y no contaminantes para automóviles, entre ellas la solar, el hidrógeno y el biodiésel”.
Follonier, Giuliani y Albanesi explicaron a El Litoral los detalles del trabajo.

Yari Follonier es becario estudiante de la tecnicatura en Mecatrónica, y trabaja en el proyecto del auto solar. “Esta experiencia sirve de mucho para mi formación, porque me permite integrar conocimientos y llevarlos a la práctica. Es un equilibrio entre la teoría y la práctica en el taller, donde se ve la parte física de los resultados. Y se integran conocimientos en mecatrónica, mecánica y eléctrica”, dijo a El Litoral.
Es que el proyecto del auto solar tiene una finalidad académica: apunta a integrar distintas carreras y áreas de conocimiento. El grupo de trabajo es de Ingeniería Mecánica, pero también participan alumnos de la UTN Paraná, que colaboran con la parte eléctrica del auto. “También el área de Vinculación Tecnológica de nuestra facultad nos está ayudando”, destacaron los coordinadores.

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