Embarcados en una audaz aventura que trascenderá las fronteras
nacionales, docentes y alumnos de Ingeniería Mecánica de la UTN Santa Fe
construyen un inédito auto que será propulsado por la energía del sol. El
vehículo va a participar de una carrera de autos “ecológicos” -que funcionarán
con energías alternativas- a realizarse en el norte de Chile a fines de
septiembre próximo. Deberá sortear 933 kilómetros de caminos cordilleranos
-sobre asfalto, pero con tramos de ondulaciones-, durante tres días de
competición.
Los “intrépidos” son alumnos y profesores coordinadores de la
carrera de Ingeniería Mecánica de la UTN Santa Fe, que conforman el Grupo
Tecnológico Automotor (GTA). El vehículo -en proceso de armado- funcionará con
paneles solares que captarán la radiación del sol, y gracias a la tracción
humana (mediante el pedaleo). Tendrá un diseño aerodinámico y alcanzará cerca de
50 kilómetros por hora en el transcurso de la carrera.
“Calculamos que en dos meses tendremos el auto listo. Luego vendrá
una etapa de prueba, y finalmente la competencia. El tiempo de trabajo es un
inconveniente, porque nosotros damos clases y los chicos estudian. Sólo en los
ratos libres nos podemos juntar para trabajar en el proyecto. Pero no importa:
esto es un lindo desafío”, contaron a El Litoral el Ing. Andrés Giuliani y el
Dr. en Ing. Alejandro Albanesi, docentes de la UTN y coordinadores del
GTA.
La competencia
El auto solar será creado para competir en la denominada “Ruta
Solar”, una carrera de autos propulsados por energías alternativas que se
realizará en la región norte de Chile, del 30 de septiembre al 2 de octubre.
Serán en total 933 kilómetros de carrera “ecológica”, puesto que el objetivo de
la competición es “encontrar soluciones para el transporte más económicas,
limpias y amigables con el medio ambiente”, según reza el sitio web oficial de
la carrera.
Los caminos cordilleranos que deberán cruzar los competidores
están entre 500 metros y 2.000 metros sobre el nivel del mar, y si bien no son
hostiles (como los de un rally), tienen muchas ondulaciones. “A la carrera la
haremos durante las tres jornadas. El terreno será siempre de asfalto, pero
habrá tramos que serán subidas bastante pronunciadas; será difícil hacer este
tipo de trepadas”, contaron los jóvenes ingenieros.
Según los requisitos de la competencia, el presupuesto permitido
para crear el vehículo no deberá exceder los 7 mil dólares. El proyecto es
financiado hasta ahora la UTN a través de Rectorado, que otorgó un aporte
económico para comenzar a darle forma a la idea. “Ahora estamos buscando el
apoyo de empresas privadas, sobre todo para solventar los gastos más elevados
que tenemos, que son los paneles solares”, dijeron los coordinadores.
Cómo funcionará
El vehículo será conducido por un solo piloto, que irá rotando en
el transcurso de la carrera. Una parte de la energía solar captada por el panel
irá al motor y otra a una batería “de reserva”, que se utilizará para salir del
paso en los momentos en que haya oscuridad, o cuando la radiación solar no sea
la suficiente. Además, se deberá utilizar la energía de tracción humana. El peso
total -incluido el piloto- será de apenas unos 200 kg.
La racionalización de la energía disponible será una cuestión
clave. “Utilizaremos el motor para que actúe de una determinada forma que nos
permita aprovechar esa energía que por lo general se desperdicia (al momento de
frenar en una pendiente, por ejemplo), para cargar la batería. Habrá que cuidar
la energía disponible todo el tiempo. Es una de las consignas de la competencia.
Si no, no llegamos al final”, coincidieron Giuliani y Albanesi.
En línea con esta economicidad, la carrocería tendrá un aspecto
aerodinámico. Se tratará de que el viento no incida negativamente en el
rendimiento del vehículo durante la competencia. A su vez, los paneles solares
podrán girar con relación a un eje, para capten la mayor cantidad de rayos
solares. “Es que el sol va pasando en ángulo. Entonces, el panel podrá ajustarse
en su posición para absorber la mayor cantidad de radiación solar”, explicaron
los ingenieros.
El futuro ya está aquí
¿Puede esperarse que en un futuro no muy lejano, el mercado
automotriz mundial estará integrado por autos que funcionen con energías
alternativas? Giuliani y Albanesi coincidieron: “Va a llegar un momento en que
los combustibles derivados del petróleo quedarán reservados para cosas
imprescindibles, como la fabricación de plásticos, de sintéticos o pinturas. Y
se comenzará a usar otro tipo de energías y no contaminantes para automóviles,
entre ellas la solar, el hidrógeno y el biodiésel”.
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Follonier, Giuliani y Albanesi explicaron a El Litoral los detalles del trabajo. |
Yari Follonier es becario estudiante de la tecnicatura en
Mecatrónica, y trabaja en el proyecto del auto solar. “Esta experiencia sirve de
mucho para mi formación, porque me permite integrar conocimientos y llevarlos a
la práctica. Es un equilibrio entre la teoría y la práctica en el taller, donde
se ve la parte física de los resultados. Y se integran conocimientos en
mecatrónica, mecánica y eléctrica”, dijo a El Litoral.
Es que el proyecto del auto solar tiene una finalidad académica:
apunta a integrar distintas carreras y áreas de conocimiento. El grupo de
trabajo es de Ingeniería Mecánica, pero también participan alumnos de la UTN
Paraná, que colaboran con la parte eléctrica del auto. “También el área de
Vinculación Tecnológica de nuestra facultad nos está ayudando”, destacaron los
coordinadores.